viernes, 3 de mayo de 2013

NEOIMPRESIONISMO

¿Cuándo?

Neo-impresionismo es una palabra creada por el crítico de arte francés Félix Fénéon en 1887 para caracterizar el movimiento artístico de fines del siglo XIX.
España acababa de perder sus últimas posesiones coloniales; Gran Bretaña y Francia debían afrontar el surgimiento de un nuevo rival en el continente, Alemania; Europa estaba fascinada con los circos humanos, que en Francia derivó en un contraproducente chauvinismo; Bélgica materializó sus deseos de expansión en El Congo y España e Italia; mientras Europa se armaba para un conflicto inminente, presentido por las alianzas que involucraban a Alemania, Austria-Hungría y Rusia y a Francia, Gran Bretaña, Italia y Rusia después, Estados Unidos se posicionaba ya como una potencia emergente dispuesta a desbancar a los antiguos señores en la pugna por los nuevos mercados y fuentes de materias primas.

¿Qué?
Se denomina Neoimpresionismo a un movimiento artístico, englobando el conjunto de tendencias pictóricas que profundizan en algunos rasgos de los pintores impresionistas como son los Divisionistas (que utilizan la pincelada dividida en trazos muy pequeños) y los Puntillistas (que emplean una pincelada en forma de puntos para descomponer totalmente la imagen).
Bajo el nombre de Neoimpresionismo se engloban múltiples tendencias y estilos. Viene a ser un crisol de diferentes técnicas y objetivos que responden a las inquietudes de los diferentes artistas. A éstos no hay que entenderlos bajo un estilo unificado y definido, sino que la obra de cada uno de ellos responde a la individualidad de sus planteamientos.

¿Cómo?
Los impresionistas usan en su paleta colores puros, pero bajo ningún concepto admiten una mezcla en la paleta, salvo la mezcla de colores vecinos en el círculo, estos, matizados entre sí, y aclarados con el blanco, engendra la multiplicidad de los colores del prisma y todas sus graduaciones. Merced al empleo de trazos aislados de pincel -cuyo tamaño mantiene una correcta proporción con el tamaño de todo el cuadro-
Los colores se mezclan en el ojo del espectador, si este se coloca a la debida distancia. No hay otro medio para detener satisfactoriamente el juego y el choque de elementos contrastantes: la justa cantidad de rojo, por ejemplo, que se encuentra en la sombre de un verde, o el efecto de una luz naranja sobre un color local azul o bien, a la inversa, el de una sombra azul sobre un color local anaranjado. Si estos elementos se combinan de otra manera, y no por mezcla óptica, lo que se obtiene es un color sucio.
El objeto de la descomposición de los colores es conferir al color el mayor esplendor posible, crear en el ojo -mediante la mezcla de las partículas de color yuxtapuestas- una luz coloreada, el brillo de la luz y los colores de la naturaleza. De esta fuente de toda belleza, tornamos nosotros las partes fundamentales de nuestras obras, pero el artista debe seleccionar esos elementos. 
Un cuadro de líneas, y colores, compuesto por un artista genuino, representa una plasmación más mediata que la copia de la naturaleza tal y como nos la ofrece la casualidad. 
La técnia de descomposición de los colores asegura precisamente a la otra, una armonía cabal -divina proportione-, merced a la correcta distribución y exacto equilibrio de aquellos elementos, y según las reglas del efecto de contraste, gradación e irradiación. 
Los neoimpresionistas no atribuyen importancia a la forma de la pincelada, puesto que no les sirve como medio expresivo del modelado, del sentimiento o de la imitación de la forma de un objeto. Para ellos, la pincelada no es más que una de las innumerables partes que, en conjunto, componen el cuadro; un elemento que desempeña el mismo papel que la nota en una sinfonía. Sensaciones tristes o jubilosas, estados de ánimo apacibles o agitados no se expresan ya a través del virtuosismo de la pincelada, sino mediante la correlación de líneas, colores y tonos. 
El arte de los coloristas está evidentemente asociado, en cierto sentido, tanto con la matemática como con la música. Frente a una tela todavía intacta, el pintor debería determinar ante todo cuáles son los efectos de líneas y superficies que la cruzan, cuáles los colores y tonos que deberían cubrirla. 
La descomposición de los colores es un sistema que busca armonía, es más una estética que una técnica.¿Qué pintaban?
Los temas elegidos a la hora de pintar eran: puertos, orillas de ríos y escenas circenses. 

¿Quién?
Georges-Pierre Seurat (París, 2 de diciembre de 1859 – 29 de marzo de 1891) fue un pintor francés y el fundador del Neoimpresionismo. Su trabajo Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte es uno de los íconos de la pintura del siglo XIX.


"La torre Eiffel" es un cuadro al óleo sobre panel realizado en 1889 por el pintor francésGeorges Pierre Seurat, que se conserva en el Young Memorial Museum de San Francisco, Estados Unidos.
El cuadro, de pequeñas dimensiones, muestra a la torre Eiffel todavía en construcción, sin el último piso. Otros pintores de la época, como Camille Pissarro, disconformes con la construcción del monumento de metal directamente lo boicotearon no representándolo en sus obras.
Debe recordarse que 1889 fue el año de la Exposición Universal de París, donde la mayor atracción fue sin duda la torre erigida por el ingeniero Gustave Eiffel.
La obra está pintada mediante la técnica puntillista.


Fuente:

http://es.wikipedia.org/wiki/Neoimpresionismo
http://www.todacultura.com/movimientosartisticos/neoimpresionismo.htm


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